La romería de la Virgen de Luna, una fe y un rito a prueba de siglos
Julia García. Diario ABC
La devoción, la tradición popular y el interés histórico y etnológico van de la mano en una fiesta que sigue intacta de generación en generación en Pozoblanco y en Villanueva de Córdoba. La romería de la Virgen de Luna goza de un buen momento y la consecución de la declaración Bien de Interés Cultural, que está en proceso, protegerá aún más sus ritos y su esencia.
Juan José Cartan, presidente de la hermandad de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba, repasa para ABC el origen de todo: «Tenemos que remontarnos al siglo XV y XVI desde que se tienen las primeras noticias de la devoción a la Virgen de Luna en estas tierras, y se ha mantenido todos estos años».
Asegura que en Villanueva de Córdoba «es la devoción más intensa que existe y la hermandad más numerosa que hay, somos 1.400 hermanos en un pueblo que no llega a 9.000 habitantes, el porcentaje de población que son hermanos y hermanas es elevadísimo».
La Virgen de Luna se encuentra en Pozoblanco desde el pasado fin de semana. Y, a finales de enero la Virgen de Luna salía en procesión por los alrededores del santuario de la Jara por el pueblo de Villanueva de Córdoba durante su última semana de estancia allí.
Es ésta una de las principales peculiaridades que rodean a la devoción, Las romerías, los lugares y las celebraciones que tienen alrededor cada año se rigen en virtud del calendario establecido.
Sus tres casas
Cartan explica que «la Virgen de Luna tiene tres casas y que eso ha sido objeto históricamente de varios pleitos y enfrentamientos entre las hermandades para ver quién tenía la primacía sobre la devoción, la imagen, el traerla y el llevarla, las fechas».
En el momento presente ocurre todo lo contrario: hay buena sintonía entre las corporaciones y reman juntas en la misma dirección cuando es preciso. En las romerías participan las juntas de gobierno y se invitan mutuamente.
La conmemoración del 75 aniversario de la imagen actual de la Virgen de Luna el año pasado, el trabajo para la declaración de Bien de Interés Cultural de la romería y la futura coronación canónica son pruebas palpables de esta coyuntura favorable.
Los tres hogares que acogen a la patrona de Pozoblanco y de Villanueva de Córdoba son la parroquia de Santa Catalina, de Pozoblanco; la parroquia de San Miguel de Villanueva; y la ermita, en el centro de la Dehesa de la Jara.
El domingo de la sexagésima (justo el pasado domingo) la Virgen regresa a Pozoblanco, que la lleva al santuario el Domingo de Pentecostés y el lunes de Pentecostés va a Villanueva, y permanece en este pueblo hasta el segundo domingo de octubre.
Otro día señalado es el 15 de agosto, cuando Villanueva celebra la solemnidad de la Ascensión, ya la Virgen de Luna baja de su trono en la parroquia de San Miguel para ser expuesta en besamanos.
El Bien de Interés Cultural, que ya engloba a las romerías del Rocío y de Valme, en Dos Hermanas, supondrá reconocer en el futuro esta romería del Valle de los Pedroches por su valor etnológico, y también salvaguardarla. Así, es un antropólogo el que ha estudiado en primera persona y documentado a fondo con los testimonios de los cofrades y devotos estas vivencias.
El 3 de febrero pasado la Comisión provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía aprobó la apertura del expediente de inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz. ¿Qué es lo más llamativo para la Junta? Que las romerías trascienden los límites de los municipios para ser «supracomunales en la comarca de Los Pedroches», y se organizan en «un modelo de ritual festivo basado en el patronazgo compartido de la imagen sagrada y la movilidad del símbolo de su santuario a las localidades que le tienen devoción».
Su valor territorial y simbólico sirve para articular «un conjunto de rituales y de fiestas organizadas en su honor, al margen de las romerías». El plano social también se subraya, de las cofradías militares como colectivo articulador de estos rituales.
Si lo consigue, la de Luna será la primera romería de la provincia Córdoba como BIC, algo que sí tiene por ejemplo el Prendimiento, en Priego de Córdoba.
Juan García, capitán de la hermandad de la Virgen de Luna de Pozoblanco, indicó que la romería es crucial para sus habitantes: «Se celebra mucho el que la Virgen de Luna vaya a Pozoblanco. Se demuestra con más de 20.000 personas en el santuario y muchísima gente haciendo el camino andando y el de regreso. Hace cuatro o cinco años iban 16 carrozas, este año han sido 95». Obliga a establecer dispositivos con el Ayuntamiento y los cuerpos de seguridad muy ajustados y «no ha habido ninguna incidencia».
Esta corporación tiene un centenar de integrantes (acaban de ingresar dos mujeres por vez primera en su historia) y sigue conservando la estructura militar y su atuendo, que es muy característico. También fue así hasta principios del siglo XX en la de Villanueva de Córdoba. Recuerda Juan José Cartan que en 1911 dejó de utilizarse ese tipo de indumentaria y se decidió abandonar el uso de armas. Y, progresivamente, fue abriéndose al ingreso del público en general.
En 1980 se le dio un impulso muy grande a la hermandad de Luna de Villanueva y de 400 hermanos creció a los 1.200, y en 2023 no cesaron las incorporaciones. En este caso las primeras mujeres entraron en 2008.
¿Y cómo viven los jóvenes esta devoción en pleno siglo XXI, se perpetúa la traición de padres a hijos? Cartan no duda: «Aquí es muy tradicional que el niño nazca y, nada más recibir el bautismo, lo primero tras eso es hacerse hermano o hermana de la Virgen de Luna, y todos los años cuando tenemos la imposición de medallas tenemos muchos niños chiquititos».
Los números
Otra prueba de la amplitud del fervor por la Virgen de Luna en Villanueva es que la cofradía cuenta con filiales en Madrid y Cataluña. En cuanto a las cifras de asistencia a las romerías en Villanueva explica que últimamente la del segundo domingo de octubre ronda los 15.000 participantes, y pueden acudir devotos de otros pueblos, depende de muchos factores. La de
Pentecostés es más festiva, pero a veces resulta más íntima entre comillas porque cae en lunes. Más allá de las cifras, son siempre citas impregnadas de emociones y multitudes.
Juan García entró como cofrade en 1973 en Pozoblanco, en 1978 comenzó a formar parte de la junta directiva y lleva 31 años de capitán. Los nuevos estatutos les marcan otras directrices: ese puesto antes era vitalicio, pero ya está sujeto a mandatos limitados. «Mi idea es que vaya entrando savia nueva y siga continuando la tradición mejorándola», adelanta.
La forma de vivir la romería sigue igual, según su experiencia, «del mismo modo que nuestros antepasados lo hacían», con fluctuaciones en la cantidad de asistentes.
Pozoblanco, que cuenta con cofradía de la Virgen de Luna desde el siglo XV, se lleva a su patrona el domingo de sexagésima y siempre son 105 días los que permanece con ellos. La devuelve el Domingo de Pentecostés. El lunes de Pentecostés va a Villanueva de Córdoba y los devotos de Villanueva la dejan el segundo domingo de octubre.
Entre los ritos que menciona Juan García figura la despedida del carro, que es el simulacro de lo que se hacía en otras épocas de llevar comida al santuario. Mantienen también la llamada de los cofrades casa por casa, labor que desarrollan el sargento, el ordenanza y el tamborilero de madrugada.
Esta corporación tiene un centenar de integrantes (acaban de ingresar dos mujeres por vez primera en su historia) y sigue conservando la estructura militar y su atuendo, que es muy característico. También fue así hasta principios del siglo XX en la de Villanueva de Córdoba. Recuerda Juan José Cartan que en 1911 dejó de utilizarse ese tipo de indumentaria y se decidió abandonar el uso de armas. Y, progresivamente, fue abriéndose al ingreso del público en general.
En 1980 se le dio un impulso muy grande a la hermandad de Luna de Villanueva y de 400 hermanos creció a los 1.200, y en 2023 no cesaron las incorporaciones. En este caso las primeras mujeres entraron en 2008.
¿Y cómo viven los jóvenes esta devoción en pleno siglo XXI, se perpetúa la traición de padres a hijos? Cartan no duda: «Aquí es muy tradicional que el niño nazca y, nada más recibir el bautismo, lo primero tras eso es hacerse hermano o hermana de la Virgen de Luna, y todos los años cuando tenemos la imposición de medallas tenemos muchos niños chiquititos».
Los números
Otra prueba de la amplitud del fervor por la Virgen de Luna en Villanueva es que la cofradía cuenta con filiales en Madrid y Cataluña. En cuanto a las cifras de asistencia a las romerías en Villanueva explica que últimamente la del segundo domingo de octubre ronda los 15.000 participantes, y pueden acudir devotos de otros pueblos, depende de muchos factores. La de
Pentecostés es más festiva, pero a veces resulta más íntima entre comillas porque cae en lunes. Más allá de las cifras, son siempre citas impregnadas de emociones y multitudes.
Juan García entró como cofrade en 1973 en Pozoblanco, en 1978 comenzó a formar parte de la junta directiva y lleva 31 años de capitán. Los nuevos estatutos les marcan otras directrices: ese puesto antes era vitalicio, pero ya está sujeto a mandatos limitados. «Mi idea es que vaya entrando savia nueva y siga continuando la tradición mejorándola», adelanta.
La forma de vivir la romería sigue igual, según su experiencia, «del mismo modo que nuestros antepasados lo hacían», con fluctuaciones en la cantidad de asistentes.
Pozoblanco, que cuenta con cofradía de la Virgen de Luna desde el siglo XV, se lleva a su patrona el domingo de sexagésima y siempre son 105 días los que permanece con ellos. La devuelve el Domingo de Pentecostés. El lunes de Pentecostés va a Villanueva de Córdoba y los devotos de Villanueva la dejan el segundo domingo de octubre.
Entre los ritos que menciona Juan García figura la despedida del carro, que es el simulacro de lo que se hacía en otras épocas de llevar comida al santuario. Mantienen también la llamada de los cofrades casa por casa, labor que desarrollan el sargento, el ordenanza y el tamborilero de madrugada.
Este año el Ayuntamiento de Pozoblanco ha comprado 500 tambores para los niños y repartido 750 hornazos a escolares participantes en un trabajo. Las personas mayores, que no pueden vivir la romería como antes, son trasladados en autobús a una misa en el santuario para que vivan también la fiesta.
Otro sueño forjado hace tiempo se concretará en el horizonte de 2025 con las dos localidades unidas: la coronación canónica de la imagen. Lo próximo va a ser la constitución de la comisión gestora que llevará el control de la organización del programa de actos.
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, acogió favorablemente, en octubre de 2023, la petición conjunta de las hermandades de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba y de Pozoblanco para la coronación canónica de la imagen en el santuario. Ambas cofradías acaban de lanzar la campaña de recogida de donativos común para llevar a cabo el proceso. Han creado una única cuenta bancaria conjunta, y también pueden realizarse las aportaciones mediante Bizum al código 08924.
Las coronaciones, que se producen siempre para reconocer a imágenes que gozan de una arraigada devoción entre sus fieles, llevan aparejados numerosos actos de culto, formación y caridad. En este punto, en que la Virgen de Luna permanece en Pozoblanco un periodo de tiempo largo, ambas hermandades van a comenzar a perfilar la cita. En el horizonte los devotos de la Virgen de Luna tienen ya el otoño de 2025 y es muy probable que la fecha escogida sea en el mes de octubre.